Las últimas jornadas de huelga, que fueron el pasado 21 de enero y 3 y 4 de febrero, contaron con un seguimiento en Cantabria del 95% lo que, a juicio de los sindicatos convocantes, «muestra el respaldo y compromiso de los y las trabajadoras –que son unas 1.200 en la comunidad- en la lucha por un convenio digno y equitativo para el sector».

Los sindicatos anuncian que la lucha sigue y que se están  concretando las medidas de presión «necesarias que hagan posible que la Patronal reflexione y se alcance un acuerdo satisfactorio para las personas trabajadoras del sector de conservas de pescado».

Anuncian ya que  entre la manifestación del 19 de febrero y el inicio de los días de huelga que arrancarán el 14 de marzo,  pondrán en marcha otras medidas de presión, entre las cuales destacar la realización de concentraciones en las puertas de los supermercados.

Las reivindicaciones que se exigen a la patronal son: «que se equipare los grupos profesionales 5 y 6; que recoja un fuerte incremento salarial con cláusula de revisión salarial para no perder poder adquisitivo; que acabe con la discriminación y que ofrezca más estabilidad en el empleo y nuevos permisos para mejorar la conciliación de la vida personal y laboral», según explican fuentes sindicales.

La plataforma sindical también recoge la negativa a suspender los contratos fijos discontinuos y a trabajar en fines de semana y festivos; la propuesta de crear una bolsa de empleo sectorial y la exigencia de que la temporalidad no supere el 15%. Además, reclaman seis meses de actividad garantizada para los fijos discontinuos o indemnización y acceso al desempleo, si no fuera posible.