En febrero se 2021 tuvo lugar la reunión del Comité de Expertos que designó el Ayuntamiento de Santander para tratar de determinar qué es lo mejor para este recinto situado en las inmediaciones del Palacio de la Magdalena. Aunque es ahora cuando la información de esa reunión ha llegado hasta los grupos de la oposición municipal.

El documento con las conclusiones a las que llegaron dichos expertos, al que ha tenido acceso EL FARADIO, dice que son necesarias numerosas reformas para acondicionar mejor a los animales que allí se encuentran, pero también señalan como necesaria una voluntad decidida del Ayuntamiento para mantener este espacio y ser responsable de él.

Los asistentes a la reunión eran seis: Pablo Ruiz, como ingeniero técnico de Parques, Jardines y Playas, Andrea Torres, bióloga de Infozoos, Esteban Sainz, responsable del Plan Director de La Magdalena, Gerardo García Castrillo, director del Museo Marítimo del Cantábrico, Juan Carlos González-Cueli, veterinario del Minizoo, y Juan José Sánchez Asensio, presidente del Colegio de Veterinarios de Cantabria.

En esa reunión hubo bastante acuerdo en que la situación de la instalación no es la mejor posible. Sin embargo, los expertos no abogaban tajantemente por la necesidad de cerrar el Minizoo. Vinculaban su continuidad a las mejoras, sobre todo en lo referente al estado de los animales, para que pudiera seguir adelante como se conoce hoy en día.

Hay que recordar que este espacio nació preparado para acoger a leones y osos polares, pero ahora ya no están esas dos especies, por lo que hubo que reacondicionar los lugares donde viven. A 31 de diciembre de 2021, según el servicio de Parques, Jardines y Playas del Ayuntamiento, había 15 animales en La Magdalena, ocho focas grises, cinco pingüinos y dos leones marinos.

Uno de los apuntes que se hizo en la reunión advertía de que el Minizoo no se puede cerrar de un día para otro. Primero habría que ver dónde se podría enviar a los animales, y ese es un proceso que duraría bastante. Por eso, la representante de Infozoos pensaba que, de todos modos, «el hecho de que siga su correcto funcionamiento sería necesario». Es decir, las reformas deben hacerse sí o sí.

El director del Museo Marítimo del Cantábrico consideraba que el Minizoo «en el punto en el que se encuentra no es viable mantenerlo así, no técnicamente, sino por el bienestar de los animales». Pensaba que con unos buenos acondicionamientos para el bienestar de los animales el recinto podía ser viable y educativo, pero también le parecía que el Ayuntamiento no es consciente de lo que eso supone.

En sus valoraciones, García Castrillo iba más apuntando hacia el Consistorio: «¿Es técnicamente viable y ejecutable? El papel lo soporta todo y el Ayuntamiento tiene el problema de decidir si ese futuro que se desea para esa instalación es asumible en las condiciones que los expertos pueden definir como óptimas».

En sus conclusiones, Torres hacía referencia también al término asumible: «eso solo lo puede contestar el Ayuntamiento poniendo ganas, dedicación y sobre todo recursos, porque hay un camino claro que seguir pero se necesitan muchos cambios que no son ni fáciles, ni gratis. Es así de sencillo, necesita una gran inversión a corto y largo plazo y el Ayuntamiento debe pensar que la inversión en el Minizoo debe ser de por vida».

Por su parte, Sainz apuntaba que la época de la construcción del Minizoo fue cuando mayores cambios se realizaron en la península de La Magdalena por la actuación del ser humano, tanto por el recinto en el que se incorporaron los animales como también el espacio donde se puede ver distintas embarcaciones, en la misma zona de la península.

En su conclusión sobre la continuidad del Minizoo, el responsable del Plan Director de La Magdalena estimaba que «la cuestión es que hay que analizar el conjunto de la Península, sí es viable su permanencia desde mi punto de vista técnico y lo más conveniente para la ciudad, siendo una instalación que se hizo hace 35 años, que se puede actualizar y ahí es donde entra un concurso de ideas, que es lo que en su día se determinó». Hubo diversas propuestas, pero nada se ha avanzado en ese sentido en los dos últimos años, que es cuando se decidió crear el comité de expertos, que tardó siete meses en reunirse por primera vez. Y no ha trascendido que lo haya hecho más veces.

Tanto González-Cueli como Sánchez Asensio coincidían en las grandes posibilidades que tiene el recinto, pero que necesita de cambios y también de las aportaciones de la Administración para llevarlos a cabo.