Después de una legislatura complicada por la pandemia, el modelo de ciudad ha visto la luz hace pocas semanas, y en él se establecen actuaciones necesarias para fomentar que Santander sea una ciudad más sostenible y donde su ciudadanía pueda tener una vida más fácil y cómoda. Eso, generalmente, empieza por las propias condiciones de habitabilidad.

Cuando se cita el Cabildo de Arriba, se habla de un espacio adjunto al centro de la ciudad, frente a la Plaza del Ayuntamiento. Y también es el barrio donde se encuentran los Juzgados y el Parlamento de Cantabria. Pero también se habla de solares vacíos y de edificios en mal estado, y los vecinos han pasado mucho tiempo pidiendo que se echara un vistazo a su situación para regenerar el barrio.

Justo hoy hace 15 años se produjo el dramático derrumbe en la Cuesta del Hospital, la calle que va desde la Rampa de Sotileza hasta Jesús de Monasterio, desembocando justo enfrente del Consistorio. El número 14 se vino abajo y se llevó tres vidas, la de Gumersinda Colmenero, la de su hijo Jesús Manuel Gómez Colmenero y la de un amigo de la familia, Raúl Teodoro Monzón.

Los años han ido pasando y la sensación de que las cosas no han cambiado sustancialmente es palpable si se da un paseo por el barrio. Y la sombra de la gentrificación sigue planeando sobre él. Como ya sucediera tras el incendio de 1941, que también afectó a esta zona, cabe la sospecha de que un terreno tan valioso por su ubicación sea regenerado, pero sin contar con los vecinos que viven en él.

Una vista al futuro puede recogerse en el futuro Plan General de Ordenación Urbana. El vigente data de 1997, tras la anulación del de 2012 a cargo de los tribunales. Los plazos se han retrasado a lo largo de esta legislatura, pero ya se conoce el documento base, el conocido como modelo de ciudad, redactado por LandLab y Paisaje Transversal, y que lleva el nombre de Santander, Hábitat Futuro.

Este documento, planteado con vistas a 2055, considera que el 75% de las viviendas de este barrio deben ser consideradas como prioritarias para rehabilitar. No es el porcentaje más alto entre los 32 barrios que contempla el modelo, pero deja claro que hay actuaciones urbanísticas urgentes que acometer y que atañen a los cerca de 6.000 habitantes de esta zona concreta.

Santander, Hábitat Futuro precisa que Calle Alta-Cabildo, que es como denomina al barrio, necesita la redacción de un Plan de Regeneración y Protección del Casco Histórico, y que tiene que comprender la calle Alta y también la calle Isaac Peral, por ser los ejes cívicos de esta zona y, por lo tanto, quienes sostienen parte de la viabilidad del barrio como una zona de proximidad. La idea es que los ciudadanos de Santander puedan tener todo lo indispensable a menos de 15 minutos de su casa.

Alta e Isaac Peral deben ser quienes dinamicen la vida de la zona a nivel comercial, de equipamientos y hasta de zonas verdes, que pueden ser puntos de reunión y de participación vecinal. Incluso pueden ser los ejes que ayuden al desarrollo cultural del barrio. También se apela a la recuperación del Convento de las Madres Clarisas de modo que pueda albergar programación de las propuestas para los equipamientos del futuro.

Como ya se citaba más arriba, los solares son parte del paisaje del Cabildo. El modelo de ciudad propone regenerar varios de ellos para vivienda dotacional y atraer así a nueva población. Además, plantea que pueden aprovecharse algunos de esos espacios huecos para fomentar programas de apoyo a la soledad y al envejecimiento, puesto que es una de las zonas con un mayor porcentaje de personas mayores.

De esta manera, El Cabildo podría convertirse de nuevo en una de las zonas más atractivas de la ciudad, por las vistas que se tienen desde la calle Alta o por tener edificios emblemáticos y protegidos como el citado Convento de las Clarisas o el antiguo Hospital San Rafael, que es la sede del Parlamento. Precisamente, el entorno del Convento es una zona donde el modelo propone que haya un área donde poder construir Viviendas de Protección Oficial, desarrollar un programa de acogida de migrantes, tener algún espacio de participación vecinal y también espacios para el coworking.

Además, el barrio conectaría con uno de los espacios verdes más grandes de toda la ciudad, que es el que el modelo propone para que vaya desde las Estaciones hasta La Remonta y Peñacastillo y que se llama Parque del Agua. También se propone que haya escaleras mecánicas y ascensores que ayuden a conectar ese corredor verde con las calles Vargas y Burgos

A su vez, la mejora del espacio público incluye mejoras en diversos puntos inseguros, como pasajes y accesos con escasa visibilidad.