La crónica, escrita desde Las Palmas de Gran Canaria, cuya delegación de EFE coordina Rodríguez (Chema Efe, como le tienen muchos guardados en el móvil), cuenta la historia de Aissata, Seidou y Amina, y se enmarca dentro de la apuesta de este periodista cántabro por imprimir un tono más humano al lenguaje normalmente frío en cuanto estilo y temas de las agencias de noticias, con el contexto extra de las circunstancias migratorias que se producen allí.

En la crónica, se cuenta como esto tres niños llegaron en patera a Canarias, y perdieron a sus madres por el trayecto. Rodríguez recoge las voces de sus tutores, quienes cuentan cómo es la vida de los menores después de cruzar el Atlántico.

La información tuvo un impacto en la vida de una de sus protagonistas, Amina, dado que facilitó al padre de la niña, un emigrante costamarfileño afincado en Francia, el procedimiento para reencontrarse con su hija.

El jurado ha destacado la sensibilidad y cercanía del autor para narrar un asunto tan delicado, así como la complejidad para informar sobre migraciones en Canarias.

Con este galardón, el grupo de expertos también ha puesto en valor el trabajo a menudo invisible de los periodistas de agencia como José María Rodríguez, de quien reconoce su tenaz cobertura de las migraciones en las islas, con el foco en personalizar a las víctimas y supervivientes de una de las rutas más peligrosas para llegar a Europa.

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