El presidente del comité de empresa de Mercadona denuncia que la empresa utiliza prácticas «que rozan lo mafioso»
Cuestiones como la renovación de una baja sanitaria o la aplicación de las reducciones de jornada por maternidad obligatorias por ley son normales y cotidianas en cualquier empresa, sin embargo, el presidente del Comité de Empresa de Mercadona, Gerardo Grande, denuncia las trabas que se producen en estas cuestiones y en general en todo lo relacionado con sus derechos.
Entrevistado en EL FARADIO,explicaba que hasta hace un año, nada de esto sucedía, pero que en el último año, tras una serie de cambios en cargos intermedios, pero que ahora cualquier comunicación entre los trabajadores y la dirección, se ha vuelto imposible.
«Todo son ataques a la sección sindical. No atienden solicitudes de conciliación, ni bajas; no facilitan la documentación que se requiere, ni siquiera cogen las llamadas. Yo no tengo ningún tipo de contacto», asegura ante los micrófonos de El Faradio de la Mañana.
El representante de la plantilla añade que como no desde la empresa no recogen los partes de baja, los trabajadores se ven obligados a informar a través de Burofax, con el coste añadido que ello supone. «Yo he presenciado como se negaban a recoger en mano el parte de baja de una trabajadora» (en otras ocasiones se negaban a que lo entregara un familiar o alegaban que el correo electrónico para enviar no era el habitual, ahora se ha llegado a tener que recurrir a la Policía o Guardia Civil para gestionar la entrega).
Grande asegura que ni siquiera respetan las sentencias judiciales (recientemente era condenada por haber trasladado a Reinosa a una trabajadora de Astillero que pidió una reducción de jornada por maternidad, con lo que el tiempo del viaje sumaba lo que se pretendía reducir de jornada), y que tienen comportamientos que rozan lo mafioso: «Antes de entrar a la sala, le dicen a la trabajadora que va a declarar que tienen un video suyo tomando alcohol y luego en la sala lo que muestran es una foto tomando un Aquarius».
Para el presidente del Comité de Empresa, detrás hay un intento de reducir, pero por la vía del despido, el alto nivel de absentismo que se produce en la empresa, fruto de las condiciones de trabajo, jornadas, etc.., en cuestiones que poco a poco están llegando a los tribunales o a la Inspección de Trabajo.
«Me gustaría hacer un llamamiento a la cordura, que la empresa se siente a negociar. Hemos escrito a Valencia contando lo que está pasando en Cantabria», donde cuenta con cerca de 800 trabajadores.
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