El Ayuntamiento obvia en sus contenidos para escolares el expolio tras el incendio de 1941

Mientras destaca la "excelente oportunidad" para la reconstrucción que permitió una nueva "organización social"
Tiempo de lectura: 5 min

El Ayuntamiento de Santander ha lanzado un Itinerario Didáctico para escolares que estará centrado en el incendio de 1941, en el que no sólo se obvia el expolio que se produjo durante la reconstrucción posterior, sino que se presenta como “una excelente oportunidad para construir una nueva ciudad”.

El Itinerario consiste en una ruta por los escenarios y un cuadernillo que combina una explicación sobre el incendio con un cómic en el que se presenta de una forma más adaptada a los escolares.

Y se dirige a estudiantes de entre Tercero a Sexto de Primaria, a los que se obvia esta parte de la historia, ampliamente documentada en trabajos académicos (con Angela de Meer y Elena Martín como grandes referentes), en el libro del equipo de EL FARADIO ‘Expulsados’ y que incluso escuchamos contar en los free tours que empiezan a proliferar por la ciudad.

No parece valer el argumento de proteger a los niños de realidades duras, toda vez que no sólo se trata de un abanico de edades que va desde los más pequeños a preadolescentes, sino que el propio material no les oculta ni una tragedia dura como fue el incendio, ni la destrucción del centro urbano o la pérdida de viviendas, comercio o desplazamiento.

Tampoco parece que el problema sea que se acote al momento del incendio y por eso se obvie lo que sucedió después.

De hecho, se da bastante detalle: literalmente, se cita el informe elaborado por el entonces director nacional de Arquitectura, Pedro Muguruza, en el que enumeraba distintas posibilidades o la creación de la llamada Junta de Reconstrucción, un organismo que reunía a las principales instituciones implicadas en este proceso, que aprobó el anteproyecto de reconstrucción en el que ya se definía cómo iba a ser el nuevo centro urbano de la ciudad, se delimitaba la altura de los edificios y se fijaban las diferentes normas de diseño y de “organización social” que dieron forma al proyecto definitivo, presentado el 15 de junio, “sobre el que se construyó el Santander que hoy conocemos”.

El tono optimista en que se presenta la reconstrucción coincide con los discursos que se lanzaron en la época (años 40, pleno franquismo), presentado a la ciudad como un “ave Fénix que resurge de sus cenizas”,  y que todavía se reprodujeron desde el Ayuntamiento en los actos del 75 aniversario, en el que al menos distintas conmemoraciones recordaron el expolio con los protagonistas o sus descendientes.

El franquismo utilizó el incendio para legitimarse

LA NUEVA «ORGANIZACIÓN SOCIAL»

Sorprenden las alusiones a la delimitación de alturas de los edificios, cuando fueron incumplidas levantando más alturas de las privadas, como todavía se ve en muchos de los inmuebles en el centro. Incluso se rebajaron calles para conseguir más alturas (el área entre la Catedral y el Cabildo estaba al mismo nivel, hoy no, y al rebajarse se pudieron edificar más pisos en esa zona).

Los grandes propietarios incumplieron las normas en la reconstrucción de Santander

O las referencias a la “organización social” de la ciudad, que en la práctica supusieron reproducir el modelo arquitectónico del franquismo y su teoría de la “ciudad orgánica” (igual que la dictadura militar se llamaba a sí misma ‘democracia orgánica’ –sic-).

Este modelo concentraba en el centro urbano el poder político y religioso, como se plasma en la Plaza Porticada, concebida como el centro neurálgico de la ciudad, frente a la Catedral, (la cabeza y el corazón, según el símil que comparaba la ciudad con un ser humano), con sus extensiones inmediatas, las áreas comerciales y profesionales (en ese momento empezaron a instalarse en la zona bancos, compañías de seguros…).

Desde esa filosofía, lo que sobraba se consideraban “extremidades” y se llevaban a las afueras de la ciudad, y eso es lo que les pasó a los santanderinos de toda la vida de verdad, los que vivían en ese centro, más medieval de lo que conocemos hoy, y que se correspondían con clases populares: artesanos, marineros y oficios vinculados, etc.

La reconstrucción expulsó a los santanderinos de toda la vida

Su desplazamiento temporal a zonas como Campogiro o La Albericia se convirtió en definitivo mientras el suelo que ocuparon se subastó en grandes lotes con precios más aptos para las fortunas de la época, muy vinculados a los nuevos dirigentes del Régimen, desde los militares locales o recién llegados hasta las grandes familias cercanas a la dictadura.

La expulsión de las clases populares en beneficio de nuevas élites es lo que hoy se conoce como gentrificación, también ampliamente estudiada, en un modelo urbanístico que se ha seguido extendiendo en la ciudad durante décadas después, con episodios todavía recientes como los intentos –frustrados por la presión vecinal y un cambio legal- en El Pilón, o el deterioro en el Cabildo de Arriba. La descripción de la continuidad de este modelo y la necesidad de más participación vecinal es el eje en torno al que gira ‘Expulsados’, del equipo de EL FARADIO, publicado en Libros.com

La legislatura pasada se aprobó el nuevo modelo de ciudad, Santander Hábitat Futuro, que tras un proceso participativo social y profesional, plasmó sobre el papel una visión alternativa marcada por la rehabilitación, la apuesta por los barrios y los servicios, dentro de la ‘ciudad de los 15 minutos’, la última tendencia en el diseño urbano, acogido con recelo por el PP, que tendrá que acometer esta legislatura un nuevo PGOU, toda vez que el anterior que diseñaron fue anulado por el Tribunal Supremo.

  • Este espacio es para opinar sobre las noticias y artículos de El Faradio, para comentar, enriquecer y aportar claves para su análisis.
  • No es un espacio para el insulto y la confrontación.
  • El espacio y el tiempo de nuestros lectores son limitados. Respetáis a todos si tratáis de ser concisos y directos.
  • No es el lugar desde donde difundir publicidad ni noticias. Si tienes una historia o rumor que quieras que contrastemos, contacta con el autor de las informaciones por Twitter o envíanos un correo a info@emmedios.com, y nosotros lo verificaremos para poder publicarlo.