El Ayuntamiento de Santander se expone a sanciones por iniciar las obras del Parque 2020 sin seguimiento arqueológico

Los restos estaban documentados al menos desde 2008 || El Gobierno tuvo que explicarle al Jefe de Servicio de Parques y Jardines el procedimiento || El PSOE pide a Cultura que proteja el patrimonio de Cantabria y el de Santander frente a las “prisas “ de Igual
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El Ayuntamiento de Santander se expone a la posibilidad de apertura de un expediente sancionador por parte del Gobierno de Cantabria por iniciar las obras del Parque 2020, en Mataleñas, sin el preceptivo informe arqueológico, pese a que el yacimiento sobre el que se levantó estaba documentado al menos desde 2008, en la última revisión del Inventario Arqueológico de Cantabria.

Así lo ha admitido la consejera de Cultura del Gobierno de Cantabria, Eva Guillermina Fernández, en el Pleno del Parlamento, a preguntas del diputado socialista Jorge Gutiérrez, quien le ha instado a “estar pendiente” del patrimonio de la comunidad y en especial “de todo lo que haga el Ayuntamiento”, ante el temor a más efectos sobre el patrimonio por las prisas de la alcaldesa Gema Igual, diputada autonómica, ausente del hemiciclo –no le correspondía intervenir al tratarse de preguntas al Gobierno, si bien en lo que le llevamos de legislatura no le consta en general ninguna intervención pese a ser la número 2 de la lista del PP al Parlamento–.

La consejera de Cultura ha relatado cómo al Gobierno de Cantabria el aviso, que desembocó en una paralización de los trabajos, tal y como avanzó en su día EL FARADIO.

Según detalló, fue el 3 de enero cuando al Ejecutivo le llegó esta situación, a través de la denuncia de una ciudadana. Ese mismo día, el Servicio de Arqueología –un departamento de esa Consejería– llamó al Ayuntamiento para instarle a paralizar la obra y comprobar lo que había hecho.

El trámite que se practica en estos casos, continuó la consejera, implica que sea el Ayuntamiento el que tenga que solicitar al Gobierno la autorización para el seguimiento arqueológico. Una vez conocidos los hechos y paralizada la obra, el servicio de Arqueología tuvo que explicar al responsable de Parques y  Jardines del Ayuntamiento –a quien se encomendó la coordinación de este contrato, adjudicado a la empresa La Encina—el procedimiento que debía seguir.

Fue el 22 de enero cuando el Ayuntamiento de Santander presentó esa solicitud, y después el estudio de arqueología el que formuló su propuesta para elaborar un informe sobre trabajos y afección, lo que que fue autorizado el 23 de febrero.

De su primera inspección al terreno trascendió que se habían producido daños por el movimiento de tierras,  así como la existencia en la zona de varios yacimientos, incluido uno directamente sobre el que se construyó el Parque 2020.

El aparcamiento del Parque 2020 tuvo impacto en un yacimiento arqueológico documentado

El Parque 2020 se construye en una zona rica en yacimientos arqueológicos documentados

Cuando alterar un yacimiento arqueológico cuesta dinero: los movimientos de tierras del Parque 2020 estaban presupuestados en unos 10.000 euros

Hasta el 8 de abril no se remitió desde el Ayuntamiento el informe favorable con medidas correctoras, y dos días después se comunicó el fin del seguimiento.

Ahora mismo (29 de abril) se está a la espera del informe final y de la valoración tanto del impacto como de las medidas correctoras.

Tras escuchar la relación de fechas y trámites, el diputado socialista Jorge Gutiérrez, responsable del seguimiento a temas culturales en el Parlamento y que tuvo responsabilidades en esa Consejería en la pasada legislatura , llamó la atención sobre el tiempo en que se extienden esos trámites del informe arqueológico, iniciados en enero y aún no concluidos, por lo que atribuyó el inicio de las obras al “afán de protagonismo” de la alcaldesa por conseguir la foto de una obra y su inauguración.

«EL AYUNTAMIENTO NO HA HECHO LAS COSAS BIEN»

“El Ayuntamiento no ha hecho las cosas bien, no pidió los permisos que tenía que haber pedido”, aseveró, remarcando que tuvo que ser la denuncia de una ciudadana particular la que activara el proceso.

Gutiérrez ha ironizado con el “desasosiego” y “desazón” que debió sentir la alcaldesa cuando recibió el escrito de Cultura, tras recordar que la directora general de Cultura fue, en la pasada legislatura, alto cargo en esa área en el Ayuntamiento de Santander (en la época en la que el PP tuvo que gobernar con Ciudadanos).

Y ha vinculado este “poco cuidado” con el patrimonio con otros casos en Santander, como el Museo de Arte de Santander, la Biblioteca Menéndez Pelayo, o la referencia al “mal estado de conservación” que en esta misma sesión plenaria se ha admitido para la dársena de Molnedo (Puerto Chico), pero como argumento para rechazar que se proteja como BIC (Bien de Interés Cultural).

En respuesta, la consejera de Cultura ha considerado que al PSOE “el patrimonio le importa poco” porque “lo que le importa es meterse con el Ayuntamiento de Santander”, matizando que cuando ella estaba en el Ayuntamiento estaba en el área de Cultura y ese contrato concreto se encuadraba en la de Parques y Jardines, dentro de Medio Ambiente, gestionado por el PP.

 LA ADJUDICACIÓN

Tal y como ha contado en los últimos meses EL FARADIO, el proyecto Parque 2020, concebido como un homenaje a las familias de fallecidos por la pandemia del COVID y justificándose la elección de Mataleñas para favorecer el recogimiento, fue adjudicado a la empresa Centro de Jardinería La Encina, una de las que figura en las conversaciones del exjefe de Carreteras sobre sus indicaciones para inclinar las adjudicaciones de contratos bajo su responsabilidad.

Fue un contrato al que sólo se presentó esa empresa, que fue, en consecuencia, la adjudicataria.

Sin embargo, el hecho de que se presenten o no otras empresas es algo que no conocen cuando presentan sus propuestas.

En la licitación, La Encina optó por no competir en su oferta económica, que mantuvo, rompiendo la tendencia de competir a la baja que es recurrente en Santander y en general en la contratación pública, y en cambio sí que rebajó los condicionantes técnicos, también de forma distinta a lo que es habitual, que es ceñirse lo más posible, e incluso mejorar, esas especificaciones fijadas por el Ayuntamiento.

La Encina rebajó a la mitad las características técnicas de su propuesta para el Parque 2020 sin apenas tocar la oferta económica

La rebaja de exigencias técnicas de La Encina en el Parque 2020 se produce en una zona sensible para árboles por la exposición al viento y salitre

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