El Ayuntamiento de Santander ha acordado archivar el expediente para la contratación del nuevo servicio de basuras, sin haber llegado a adjudicarlo y tras sufrir varios reveses administrativos.

Así consta en una la resolución emitida esta misma semana, a la que ha tenido acceso EL FARADIO, y que no ha hecho pública el Ayuntamiento de Santander.

En concreto, este expediente por el que se iniciaba el proceso para adjudicar el contrato de basuras a una nueva empresa se aprobó en febrero de 2023, por un presupuesto de 253,6 millones de euros y un plazo de diez años.

En la actualidad las basuras las gestiona la empresa Prezero, en base a una fórmula de adjudicación de emergencia –sin concurso- que se viene prolongando desde hace más de dos años ya, después de que el Ayuntamiento, tras años de quejas vecinales por la suciedad en las calles –en unos años en que llegamos a ver ratas por las partes más urbanas de la ciudad-, le quitara el contrato a la adjudicataria anterior, Ascan, del Grupo Sadisa.

Ese proceso sufrió varios recursos ante el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales es un ente de la administración estatatal centrado en la fiscalización de contratos públicos-: uno de el de Ascan, la adjudicataria anterior, ; otro de la Federación de Servicios Públicos de UGT que ponía el acento en cómo los costes salariales no quedaban cubiertos, y otro de la Cooperativa de Moda Re.

El Tribunal Administrativo Central estima el recurso de UGT y anula la licitación de basuras y limpieza viaria en Santander

Los tres fueron estimados parcialmente, acordándose la anulación del Pliego –el documento en que se fijan las condiciones que deben cumplir las empresas aspirantes- y volver al momento anterior, suspendiéndose el proceso.

Ahora, en consecuencia, a la vista de las resoluciones de este órgano, desde el propio Ayuntamiento de Santander se acuerda dejar sin efecto y archivar el expediente  por el que se iniciaba la licitación. Es decir, no se trabaja sobre lo ya iniciado, corrigiendo los pliegos en las partes sugeridas por el Tribunal administrativo, sino que se elabora unos nuevos.

Esto implica volver a empezar con el proceso para un nuevo contrato, fase que está en un momento incipiente: hace un mes se daba el primero paso para volver a empezar, la fijación de la estructura de coste. de modo que queda la redacción del pliego, del que no se han ofrecido plazos, y todo lo que implica la licitación –abierta a conflictividad administrativa o judicial, como prueba la experiencia con este expediente ahora archivado-, y la adjudicación.