Más presupuesto y más personal: el Ayuntamiento empieza a asumir que el servicio de basuras necesitaba más de lo que previó

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El cambio de empresa por el método de urgencia, sin esperar a que venciera el contrato, de ASCAN a CESPA (ahora se llama PREZERO), no es la única rectificación que viene haciendo el Ayuntamiento de Santander en relación a la adjudicación de las basuras, traducido en quejas incesantes por la suciedad en las calles.

De fondo, un contrato adjudicado a la baja respecto a la baja previa, con bajas que sumaban el 20% respecto al precio planteado inicialmente –con fuerte competencia por parte de las grandes empresas de la construcción reconvertidas a multiservicios en la anterior crisis por hacerse con un contrato que era estable y en un proceso que salió adelante por el mayor peso de los criterios subjetivos y en el que intervino un alto cargo vinculado en su momento a la empresa concesionaria, ASCAN-GEASER, del Grupo SADISA–.

CESPA perdió el contrato de las basuras en 2012 por los criterios subjetivos que auparon a SADISA

 

El nuevo contrato, de emergencia, por tanto de adjudicación directa –en un cambio con varias vías pendientes de judicialización- ya habría la vía a más gastos de los previstos en sus cifras.

Una urgencia creada por la propia institución y una pandemia que ya ha pasado lo peor como argumento: las dudas sobre la adjudicación de emergencia

 

El contrato de emergencia de las basuras en Santander abre la puerta a sobrecostes

 

Y los presupuestos de Santander, de momento un borrador pendiente de negociación, contemplan una subida importante precisamente en el área de Medio Ambiente en que se encuentran tanto basuras como Parques y Jardines, otro de los contratos cuestionados por su adjudicación a la baja, en lo que no deja de ser una forma de admitir que las cifras previstas no eran suficientes para prestar el servicio, que todavía hoy suscita quejas.

En concreto, para recogida de basuras, pendiente de un contrato que termine con la fase de interinidad en la que está actualmente, se prevé un gasto de 18 millones de euros: el contrato con CESPA estimaba un gasto de 16,4 millones de euros, y el contrato previo con ASCAN era de 15,9 millones de euros (de los 19 en que se comenzó el proceso).

Y este miércoles se anunciaba la incorporación al servicio de 15 nuevos operarios (tanto Comité de Empresa como los informes de intervención y la oposición venían señalando los problemas de personal, con bajas y jubilaciones no sustituidas).

Los incumplimientos de la política de personal en la empresa de las basuras de Santander generaron un déficit de 3 millones de euros

Los trabajadores de las basuras de Santander advierten de que «la sangría con la plantilla ha sido desproporcionada»

La alcaldesa Gema Igual les daba la bienvenida y opinaba que tres meses después de que CESPA asumiera la limpieza y recogida de basuras, la mejora “se está notando en la ciudad” y el servicio se encuentra a pleno rendimiento.

 

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