La Guardia Civil de Cantabria, en el marco del operativo “Puertos Seguros”, dirigido por la Jefatura Fiscal y Fronteras de la Dirección General de este Cuerpo, realizó entre el 5 y el 11 de junio, una nueva fase de intensificación en los Puertos de Santander y Bilbao.

En esta fase, se intensificaron los esfuerzos en la protección integral del Puerto de Santander, buques y pasajeros, con especial incidencia en la detección de inmigración irregular y sus posibles vinculaciones con redes de trata de seres humanos. Igualmente se actuó en la prevención de actos terroristas, tráfico de drogas y contrabando, así como la detección de vehículos robados y cualquier otro ilícito penal.

En este operativo han participado más de 200 efectivos de la Guardia Civil, tanto de la propia Sección Fiscal y Fronteras del Puerto de Santander, como apoyos de otras Unidades de este Cuerpo.

En concreto, prestaron servicio en el Puerto de Santander componentes del Grupo de Acción Rápida (GAR), con misiones de protección y seguridad, efectivos del equipo PEGASO, que realizaron acciones dirigidas al control del espacio aéreo del puerto e interceptación, en su caso, de drones que puedan comprometer la seguridad del puerto, integrantes del equipo ICARO, especialistas en la detección de perfiles sospechosos a través de entrevistas personales, así como, perros entrenados para la detección de drogas, explosivos y personas ocultas.

Durante el operativo no se detectó ninguna intrusión en las instalaciones del Puerto de Santander, intensificándose las intervenciones en las operativas habituales del ferry.

Además, se han realizado protecciones de autoridades que asistieron al puerto, controles de seguridad a buques, escoltas de material sensible, así como labores de seguridad ciudadana, entre otras, con motivo de la jornada de puertas abiertas del buque “Intermares” de la Armada Española.

La Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, otorga a la Guardia Civil el ejercicio de las competencias de la custodia de las costas, las fronteras, los puertos y aeropuertos. Igualmente, la Guardia Civil ejerce en las aguas interiores y en el mar territorial las competencias que la norma citada otorga al conjunto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en su artículo 11.

EL DESPLIEGUE CONTRA LOS POLIZONES QUE NUNCA LO FUERON (PARA SER POLIZÓN HAY QUE EMBARCAR)

El Puerto de Santander abrió la polémica por la seguridad de las instalaciones al sobredimensionar los intentos de acceso ya frustrados que no se reflejaban en denuncias o problemas en la carga, identificando intentos de acceso con accesos logrados (llamando polizones a quienes no lograban embarcar).

En esa polémica, amplificada por los partidos que asumían su argumentario. llegó a minimizar la presencia de la Guardia Civil en las instalaciones, asegurando que la única forma de evitar los accesos eran las concertinas, cuchillas que instaló en parte del recinto (la parte sin cuchillas no sufrió problemas pese a su ausencia). Las concertinas son un método que no se usa ni en la frontera sur de España, con una obvia mayor carga migratoria que el Puerto de Santander, y tampoco se emplea en otros puertos del norte donde también había intentos de acceso de migrantes que trataban de alcanzar Reino Unido.

La Guardia Civil ya impide el 98% de los intentos de acceso al Puerto de Santander

Al final resultó que había más formas: la propia Guardia Civil tuvo que recordar su incremento de efectivos y sus estadísticas de éxito en el control de accesos, el propio Puerto contrató seguridad privada y el propio Puerto acabó recurriendo a una ‘inédita’ (creemos que se entiende la ironía, pero por si acaso) tecnología de control: los drones.

Todo mientras empresas como la propia Britanny Ferries que iba a abandonar el Puerto sumaba más inversiones y llegaban nuevas compañías potentes como Boluda, por lo que se ve, imprudentes que acudían a unas instalaciones que eran «la casa de tócame Roque», «un coladero», un territorio «de mafias», como dijeron reiteradamente quienes aseguraban defender al Puerto y se acabaron convirtiendo en sus peores propagandistas.