A veces los esfuerzos, los sinsabores y los sacrificios de la gente con talento que lo da todo por su proyecto tienen su recompensa: el periodista cántabro Emilio Sánchez Mediavilla, fundador de Libros del KO, se ha convertido en el primer ganador del premio Anagrama de Crónica.

Sánchez Mediavilla ha sido ayer noticia en medios nacionales e internacionales, pues el premio es en homenaje a un periodista mexicano fallecido, y se presentará en una feria editorial en Monterrey, México: porque Libros del KO es un proyecto con una interesante presencia global, en especial, en América Latina.

Le premian por el libro en el que relató lo que vivió en el emirato de Bahrein: una estancia por motivos familiares le llevó a hacer lo que mejor se le da, contar lo que ve, sacar conclusiones, ver cómo los pequeños detalles del día a día acaban reflejando las grandes líneas del momento histórico.

Algo que ya vimos en su momento en aquel joven periodista que escribía aquí en la Delegación de la Agencia Efe y que enamoró a muchos con sus crónicas sobre el mundo del remo en El País.

Con este premio, se eleva a un olimpo periodístico en el que por cierto tenemos algún otro compañero cántabro, como Diego Cobo, nominado en su día a los premios García Márquez, o ese referente que siempre está con los más débiles, los desahuciados o los refugiados, que es nuestro Olmo Calvo.

En estos años, y eso que es tan joven o tan viejo como nosotros, Emilio ha vivido varias vidas: es el chaval que hizo sus pinitos en el frustrado, tal vez por adelantado. proyecto de innovación periodística Soitu.es; es el que se lanzó, acompañado, a crear lo que suena a una locura: una editorial basada en crónicas periodísticas de alcance y que incluso se atrevió a darle la vuelta al mundo del fútbol reclutando culturetas para sus hooligans ilustrados.

En estos años, ha hecho historia a su pesar, con el primer secuestro judicial en décadas por la cocaína más amarga que le habrá tocado probar a nadie: Fariña.

De las presentaciones en Librería Gil, el espacio que siempre da una oportunidad a los que están empezando, ha pasado a adaptaciones televisivas exitosas o a ser quien dé voz a los directores de periódicos despedidos, a coleccionar países y apellidos como quien colecciona cromos en Pombo.

Cuentan sus compañeros que conocer que había ganado le hizo llorar, tal vez porque recordara todo lo que ha dejado de hacer para montar algo sin lo cual ya no nos imaginamos una librería.

Así que nos gusta pensar que este premio a Emilio Sánchez Mediavilla es también un poco de todos aquellos que se dejan la piel por un sueño