Lo que en su día fue Caja Cantabria hace tiempo que pasó a formar parte de un banco privado procedente de la fusión de varias cajas, aunque con primacía de la parte asturiana, y de ello resultó Liberbank que, pese a cierto vaciamiento patrimonial, sigue teniendo un peso importante en Cantabria consecuencia de la red heredera de la antigua Caja.

El sector financiero es cambiante como pocos, y Liberbank no fue, ni mucho menos, para siempre: en el interminable y parece que nunca acabado proceso de concentración bancario español, la nueva entidad se integró a su vez en Unicaja, el banco que a su vez –todo es a su vez- resultó de la fusión de las cajas andaluzas.

No se sabe si por el choque cultural norte-sur, el caso es que en ese proceso –pese a venderse como más de todo, supuso despidos de personal y cierre de oficinas, como acompaña a cualquier proceso de fusión, en este caso acrecentado por la hiperdigitalización de la banca a raíz de la pandemia—se ha traducido en una lucha de poder interna ante el choque de dos liderazgos que debían encontrar hueco en el esquema de la caja, el asturiano Manu Menéndez, al frente de Liberbank y ahora consejero delegado, y el histórico Braulio Medel. Es más complejo que los nombres, porque Medel se fue de la fundación pero algunos de sus consejeros sobreviven: lo importante es el reino (madre mía el guiño cinematográfico).

El caso, que es lo que habíamos puesto en el titular porque todavía vamos por el contexto (y en Caja Cantabria-Liberbank-Unicaja el contexto no es sencillo ni despachable en un párrafo, como recordarán los sucesivos perjudicados por las preferentes, los co-cos, las cláusulas suelo y ahora las suplantaciones de identidad digital) es que la lucha de poder cobra más sentido aún porque Unicaja, el logo que vemos en Cantabria donde antes había cajas y luego ’liberbanes’, es ahora –bueno, será desde el 27 de diciembre- uno de los nombres del IBEX.

El IBEX 35 es el principal índice bursátil de referencia de la bolsa española elaborado por Bolsas y Mercados Españoles, y está formado por las 35 empresas con más liquidez que cotizan en el Sistema de Interconexión Bursátil Español en las cuatro bolsas españolas (de ahí que se llame IBEX-35 y que se haya convertido en un quien es quien de las principales empresas del país).

El Comité Asesor Técnico del IBEX ha decidido que UNICAJA se incorpore al listado. Antes estaba en otro índice de tamaño medio y ahora engrosa el papel del sector financiero, que según teníamos entendido estaba temoroso por los planes fiscales del Gobierno central y el impacto en sus cuentas –es ironía, por si acaso-, que tiene la banca en la élite empresarial: allí donde llega están ya BBVA, CaixaBank, Sabadell , Bankinter y, sí, nuestro Santander, el banco que lleva a algunos a poner un Ciudad en el nombre de la capital cántabra por si alguien confunde una urbe con una entidad financiera.

Y esa presencia en el IBEX implica una salida, que es la de Siemens-Gamesa (con presencia en Cantabria a través de su fábrica de piezas eólicas en Reinosa), que sale después de una OPA que ha supuesto que casi el 80% de sus acciones cambien de manos. Todo es fascinante: en el índice medio en el que estaba Liberbank, perdón, Unicaja, entra ahora la empresa ferroviaria TALGO.

Es buena noticia, al menos para Unicaja, recibida por sus nuevos compañeros de parqué —ganas teníamos de escribirlo- como se celebran las cosas: muy navideño todo, con el sonido de la campana y con subidas que resuenan como el descorche de champán, de hasta un 7% en bolsa en sus acciones, la mayor de todas las empresas en esta jornada.

Con este rebote, según detalla la prensa especializada y salmón con la que nos hemos entretenido esta tarde, se alcanza una capitalización bursátil cercana a los 670 millones de euros, gracias a una revalorización del 19% durante este año.

EL RELEVO POR CERRAR LLEVA AL BANCO CENTRAL EUROPEO A PEDIR CUENTAS

No todo son buenas noticias: también en esta entidad hay representantes que resisten a marchar pese a los cambios en la entidad, todo dentro de un complejo juego de poder en una entidad clave en los movimientos de poder económico y político en Andalucía (en especial en Málaga),,situación que recientemente provocaba la dimisión de uno de los consejeros en la Fundación, Juan Fraile, mientras han ido llegando nuevos cargos,

Aparentemente cansado por este conflicto no cerrado, el Banco Central Europeo ha urgido a Unicaja a que a partir de enero plantee un calendario detallado sobre la sucesión.