La parte más visible de quien preside un Parlamento, sea a nivel autonómico o estatal, es de alguien que modera un debate y vigila que los tiempos marcados se cumplan. Pero María José González Revuelta habla de la institución que dirige como un espacio donde tienen cabida muchas otras cosas en una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.

Recuerda que hace sólo unos días se firmó un acuerdo entre el Parlamento y la Universidad para que la Cámara sea un edificio que albergue más actividades culturales, y donde sea más habitual que tengan cabida temas científicos. El tener una «labor cultural y educativa ayuda a que el Parlamento sea más conocido».

González Revuelta cree que este edificio, la casa de todos los cántabros, puede servir para poner de relieve aspectos nucleares de la cultura de Cantabria, como sus costumbres y su folclore, algo que reconoce que le gustaría, así como dar a conocer historias y personajes de la Comunidad que han llegado a ser más conocidos fuera que dentro.

Quizá ese tipo de actividades harían, en opinión de la presidenta, que el Parlamento «se diera más a conocer en la calle» y que pareciera, aunque tenga un carácter serio, que es «un lugar más accesible» para la sociedad. A veces da la sensación de que la distancia es muy grande entre el edificio y la sociedad que lo rodea, por eso cree que sería bueno que se conociera mejor cuáles son sus funciones y los eventos que organiza, para que esa distancia sea menor y la institución esté mejor valorada.

También ensalza que hay organizaciones de la sociedad civil que acuden al Parlamento con la idea de celebrar eventos en fechas señaladas, o las que defienden al pueblo saharaui, que han llegado a organizar exposiciones en la sede de la soberanía popular.

En cuanto a su papel más de perfil político, González Revuelta, que es también la secretaria autonómica del Partido Popular, defiende que el Parlamento de Cantabria no tiene importantes conflictos ni episodios de broncas demasiado ásperas en sus sesiones.

De hecho, la presidenta subraya que «el ambiente, en general, es muy bueno», y que en la Mesa, en la que están representados los cuatro partidos con diputados en la Cámara, «la mayoría de las decisiones son por unanimidad». Cree que es importante «separar lo que son las relaciones personales de lo que nos tengamos que decir en el día a día».

Reconoce que sí hay roces, incluso debates más acalorados donde tiene que contener los ánimos en los Plenos, pero sin que eso vaya a más.

También refleja que las personas que llegan a diputado «se han ido profesionalizando». Antes dedicaban muy poco tiempo a prepararse, pero ahora ya pueden dedicar más, tener una dedicación exclusiva, y cada uno se especializa en unas pocas materias específicas.