Asalto a CELSA: los fondos no logran impedir el rescate, pero la batalla por la propiedad sigue abierta

Rescatada también una empresa del fondo buitre que gestiona el contrato de servicios de Valdecilla
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El titular convencional diría que el Consejo de Ministros ha aprobado un rescate al grupo industrial CELSA, propietario de fábricas cántabras como GSW, que asciende a 550 millones de euros, canalizados a través de la concesión de un préstamo participativo por importe de 280,5 millones de euros y otro ordinario de 269,5 millones, lo que ha requerido la autorización de la Unión Europea,como forma de compensar una caída en las ventas del 25% por la pandemia.

Pero detrás del humo de la fábrica y de los acuerdos al más alto nivel hay muchos párrafos de contexto que apuntar:

Los dueños de emblemas industriales de Cantabria como Global Steel Wire, la antigua Nueva Montaña Quijano, llevan varios años luchando contra las embestidas de los fondos oportunistas que en el último bienio han acelerado su presencia en todos los sectores de la economía que pueden, incluyendo la industria madura.

El último embate al que se enfrentaba el grupo catalán CELSA era con motivo de la negociación del rescate público por parte de la sociedad estatal SEPI, generado por una abultada deuda que se mantiene con estos fondos pese a que no se contrajo con ellos: la economía financiarizada tiene estas paradojas, y en este caso, los fondos (Goldman Sachs, y los fondos oportunistas SVP y Cross Ocean) compraron la deuda  con descuentos de hasta un 90% respecto a lo que era de verdad, lo que les permitió hacerse fuertes dentro de la sociedad.

Un peso que hicieron valer a la hora del rescate: en un proceso normal de concurso de acreedores –aunque no es exactamente este caso—es habitual que a quienes se les debe dinero se les ofrezca, y acepten, o bien aplazamientos o bien reducciones de las cantidades –lo que se conoce como esperas o quitas–, en el ánimo de que si la empresa desaparece no sólo no se cobra la deuda sino que se pierde el bien mayor.

Pero en este rescate -inyección de dinero público-, los fondos contrataacaron pidiendo incrementar su peso en la empresa, pasando de tener deuda a querer tener un 49% de la propiedad de la empresa, e incluso crear una figura de gestión en Luxemburgo.

Las reacciones de alarma ante lo que supondría para la industria este modelo basado en fondos –en Cantabria les hemos visto prácticamente cerrar la cadena de perfumerías Douglas—llegaron tanto en el plano institucional, del Gobierno de Cantabria, como de los propios trabajadores de la Global en Cantabria, que protagonizaron una multitudinaria concentración, la primera que recordamos contra el enemigo invisible que son los fondos.

Tenía que aprobarse sí o sí, porque el instrumento que ejecuta el rescate tenía como duración hasta el 30 de junio, de modo que no ha dado tiempo a que se produzca un acuerdo entre la propiedad y los acreedores. En las últimas semanas se ha intentado desde reducir la cifra para que el rescate estuviera por debajo del umbral que tiene que autorizar la UE (no se ha conseguido) hasta intentar resquebrajar la unidad de acción de los fondos, entre los que conviven los considerados oportunistas como Goldam Sachs con otros más sólidos y convencionales como Deutsche Bank.

Pero, según informa el periódico especializado en información económica Cinco Días, el rescate se ha aprobado con una condición, la reducción de la deuda en 1.000 millones, de los que 400 estarían cubiertos por la aportación de la SEPI, y a que se amplíe capital en 50 millones más. El resto de la reducción de deuda es lo que deben pactar accionistas y acreedores, que ahora piden que se les entreguen los  primeros 550 millones de beneficios y han elevado su petición de capital, de propiedad de la empresa, al 75%.

Es decir, el rescate, al que urgía el calendario, no ha cerrado la pelea por la propiedad del grupo industrial ni librado el asalto de este nuevo modelo  económico a los sectores maduros.

EL FONDO DE VALDECILLA TAMBIÉN TIENE GRUPOS HOTELEROS, BENEFICIARIOS DE RESCATE

Más desapercibido en clave cántabra ha pasado otro de los rescates referenciados en el Consejo de Ministros:  entre las seis operaciones por valor total de 721 millones de euros se encontraba también  el Grupo Hotels & Resorts Blue Sea.

Este grupo hostelero recibirá  una ayuda de 25 millones de euros, que se canalizará a través de la concesión de un préstamo participativo por importe de 20,84 millones de euros y otro ordinario de 4,16 millones.

Se considera que Blue Sea es una empresa estratégica en el sector turístico a nivel nacional, con 26 establecimientos hoteleros, gran parte de ellos en propiedad, ubicados principalmente las Islas Canarias y  Baleares, y casi mil empleados.

Manifestantes en defensa de Valdecilla

Manifestantes en una concentración en defensa de Valdecilla cuando Ferrovial asumió el contrato

Este grupo hostelero es uno de los intereses del fondo Portobello, que, en una casi total ausencia de debate público al respecto, es quien gestiona los servicios no sanitarios del megacontrato de Valdecilla que estaba en manos de Ferrovial: siendo una constructora, ese contrato generó mucho debate por el poder que le daba su gestión sobre un referente como Valdecilla-

Pero, en un reflejo del momento, no ha sucedido lo mismo con que pase a un fondo financiero, con menos control y más incertidumbre por la poca constancia de sus presencias en los sectores en los que incursionan y abandonan. Si  bien siempre se justificó el contrato con Ferrovial como que no afectaba a los servicios sanitarios, también lo es que en el engranaje que es un hospital cuestiones como la alimentación, el suministro eléctrico o la seguridad informática afectan a la gestión sanitaria.

En concreto, Ferrovial había vendido por 186 millones de euros su área de servicios, en la que se incluía la gestión de hospitales, al fondo Portobello, un importe al que se sumaron otros 50 millones de euros que la compañía recibirá por otros conceptos variables. La suma de ambos conceptos asciende a 236 millones de euros

Portobello es un fondo de capital riesgo español especializado en empresas de tamaño medio (middle market).

Es dueño de Grupo CTC, una compañía catalana especializada en la externalización de servicios y nacida de la fusión de Grupo Uno con CTC Externalización. También es propietario de Sidecu, el dueño de la firma de gimnasios Supera, un área donde la filial de Ferrovial también gestiona algunos centros.

Cuenta con activos como el despacho de abogados Legálitas, la cadena Condits Supermercats y tuvo en su haber participadas como Angulas Aguinaga (La Gula del Norte) o los dueños de Carretilla, el grupo hotelero Sea Hotels & Resorts, ahora rescatado, o una empresa tecnológica de aparcamientos que logró vender a Mutua Madrileña. En 2019 se hizo con la teleco BT.

Entre sus participadas  se encuentran casi una treintena de empresas de sectores como moda, residencias de mayores (Vitalia), fabricación de helados, movilidad urbana, marketing, alquiler de vehículos (Centauro) u odontología (Vivanta, que agrupa a varias empresas del sector dental y estética que fueron siendo adquiridas por Portobello).

Poco antes de la operación de su área de servicios Cinco Días detallaba como Portobello se hacía con el grupo metalúrgico cántabro MSerrano.

La compra se hacía a través de su participada, el grupo industrial vasco USA Group  (pese a lo que transmite el acrónimo, en realidad es una empresa vasca llamada Ugarteburu Sociedad Anónima).

Con fábrica en el polígono de Ambrosero, MSerrano se dedica a la fabricación de piezas metálicas de precisión para  automoción, aunque ha extendido su actividad a las bicicletas eléctricas.

EL FONDO DE RESCATE

El Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE), que concede estas ayudas, es uno de los instrumentos de apoyo a la economía que el Gobierno puso en marcha con el objetivo de aportar apoyo público temporal para reforzar la solvencia de empresas no financieras afectadas por la pandemia de la COVID-19 y consideradas estratégicas para el tejido productivo nacional o regional.

El Fondo se dotó inicialmente con 10.000 millones de euros, una cantidad que ha resultado suficiente para dar respuesta a las necesidades de las empresas a las que va dirigido.

Finalmente, el FASEE ha aprobado un total de 30 operaciones por valor de 3.255,8 millones, el 60,3% del total de los 5.392,7 millones solicitados.

Empresas como Air Europa, Ávoris Corporación Empresarial, Plus Ultra Líneas Aéreas, Duro Felguera, Tubos Reunidos, Rugui Steel, Hotusa, Grupo Airtificial, Grupo Serhs, Reinosa Forgings & Castings (los dueños de la antigua Sidenor), Grupo Losán, Grupo Soho Boutique Hoteles, Grupo Abades, Técnicas Reunidas, Grupo Wamos, Eurodivisas S.A., Grupo Ferroatlántica S.A.U. (con fábricas en Galicia, recientemente revendidas por fondos, y también en Cantabria), Grupo Inversor Hesperia (GIHSA), Grupo Abba, Grupo Julià, Grupo Mediterránea, Air Nostrum, Volotea, y Vicinay.

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